Hace 5.000 años, se construyó en Almendralejo una enorme fortaleza. Se ubica, concretamente, en una loma de un cortijo perteneciente al marquesado de la Encomienda: el Cortijo Lobato. Ahora en esos terrenos hay una planta fotovoltaica de Acciona Energía y son sus arqueólogos los que han descubierto el imponente edificio del Calcolítico.
Saben que existe desde 2021. En 2022 ya se lo anunciaron a la prensa, pero ha sido ahora, tras varias campañas, cuando pueden mostrarla. Veinticinco torres flanqueaban la estructura. Medirían unos cinco metros de altura y estaban contrapuestas en torno a tres murallas: diez se situaban en la primera, diez en la segunda y otras cinco en una muralla más interna.
Una estructura en la que, según el equipo de arqueología, destaca la gran pericia arquitectónica y defensiva existente en el 2.900 antes de Cristo.
Según César Pérez García, responsable de la excavación, la fortaleza se concibió como un fortín para defender una población rural:
"Forma parte de un poblamiento de campesinos, no sabemos el grado de jerarquización pero sí sabemos que toda la población decidió construir una fortaleza para proteger el terreno y a su vida"
Vivían en la Edad del Cobre, es decir, cuando empezaron a trabajarse los metales. Pero también tenían pesas de telar o molinos. Dentro de la primera y la segunda muralla, cabañas con vajillas y hogares para encender fuego.
Para acceder al recinto había que llegar a una puerta que medía solo 70 centímetros: muy estrecha para que fuera difícil poder entrar. Pero, además, había que atravesar una segunda puerta a la que se llegaba por un pequeño recodo.
Toda esa zona está incendiada, lo que hace pensar a los arqueólogos que alguien atacó la fortaleza. Han encontrado 50 puntas de flechas, tanto en el interior como en el exterior.
"Que las flechas estén no solo dentro sino fuera nos indica que hubo un intercambio de disparos"
Pero no se ha encontrado ningún cuerpo de la época. Aunque sí se hallado el esqueleto de un legionario romano, con un puñal como ajuar. Lo explica Milagros Fernández, arqueóloga del yacimiento.
"Parece que le depositaron el puñal envainado. Estaba enterrado boca abajo y no tenía pies. Esta forma de enterramiento a veces se asocia a venganza, deshonra o algún tipo de venganza. También a enfermedades"
Este legionario vivió en el siglo II, es decir, 2.000 años después de que la fortaleza fuera abandonada y cuando estaba la península ibérica y por tanto, también en Augusta Emerita, la Legio VII Gemina, a la que los investigadores creen que pertenecería este soldado. Se trataba de una legión que, en período ya de paz, se encargó sobre todo de vigilar los caminos y dar seguridad a los magistrados.
La consejera de Cultura, Victoria Bazaga, ha visitado hoy la zona. Ha destacado que solo hay un yacimiento similar en Almería, pero que no tiene las dimensiones del de Almendralejo. El objetivo, ha dicho, es que pueda visitarse en el futuro porque se trata de un lugar estratégico en la zona.
En Tierra de Barros hay un total de 26 yacimientos de la Edad del Cobre, lo que indica que esta zona de la Península era una de las más pobladas en esa época.