Ni en Cáceres, ni en Mérida, ni en Badajoz, ni en Zafra. El bullicio de las orquestas, el rumor de las cadenas o el olor a cera quemada ha dejado paso al goteo incesante de la lluvia sobre el asfalto. Las malas condiciones climatológicas han suspendido prácticamente todas las procesiones en la región quedando vacías las calles y sembrando de amargura el espíritu de los cofrades. La pasión y la fe se ha vivido en el interior de los templos, recogimiento que ha dado paso a las lágrimas. Este Miércoles Santo, la belleza estaba en la devoción. Solo en Plasencia ha procesionado la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, eso sí con menos miembros en la banda musical y con un recorrido más corto.
Badajoz
Badajoz no ha podido disfrutar y mostrar su devoción a la cofradía de Santo Domingo debido a la lluvia y al viento, aunque sí a la de San Andrés. La noche ha sido especialmente desagradable y las juntas de gobierno de la primera decidieron suspender y la de la última y más tardía ha decidido desfilar por las calles de la ciudad.
Se ha suspendido la salida de la Hermandad y Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús del Amparo, Dulce Nombre del Señor, Santísimo Cristo de la Fe y Nuestra Señora de la Piedad, María Santísima del Mayor Dolores, la cofradía viva más antigua de la ciudad. Después de muchas horas de deliberación mirando al cielo y a las previsiones meteorológicas han decidido dejar los pasos en el templo de Santo Domingo porque el mal tiempo hace imposible que se pueda desfilar por las calles.
Fundada en 1603 por el gremio de los Sastres, es la procesión más larga de Badajoz con cuatro pasos dentro de su cortejo procesional, Nuestro Padre Jesús Nazareno del Amparo, con 45 costaleros; el Santísimo Cristo de la Fe, con 40 costaleras; Nuestra Señora de la Piedad, con 24 costaleros, y María Santísima del Mayor Dolor, con 28 costaleros. Sus 150 nazarenos y 40 mujeres de mantilla han llenado la iglesia de Santo Domingo para conocer la última decisión de anular la procesión y, al menos, dentro del templo poder mostrar su fe y devoción.
La Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo del Descendimiento, María Santísima de la Piedad y Nuestra Señora de la Esperanza, con sede en la Iglesia de San Andrés, si procesionó aunque con un recorrido más corto. Se fundó en 1943 y lleva con dos pasos, el Descendimiento, con 50 costaleros más un relevo, y Nuestra Señora de la Esperanza, con 35 costaleros más un relevo.
Cáceres
No pudo ser y el Cristo de la Buena Muerte y el Cristo Negro se han tenido que quedar en sus respectivos templos porque la lluvia y el viento han hecho imposible que puedan procesionar por las calles de Cáceres. A pesar de la espera hasta última hora por parte de la junta de gobierno para tomar la decisión de salir o no, las malas condiciones climatológicas han aguado las esperanzas de ambas cofradías.
La primera que debía salir era la Cofradía de los Ramos, a las 21:00 horas de la iglesia de San Juan con el Cristo de la Buena Muerte (autor anónimo de la escuela castellana, siglo XVII) y María Santísima de la Esperanza (José García Bravo, 1949) una de las pocas imágenes marianas que desfilan bajo palio en la capital cacereña. Después, una vez recogidos el Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Esperanza debía haber salido por las calles intramuros la Cofradía del Santo Crucifijo de Santa María de Jesús, más conocido como Cristo Negro, fundada en 1490. Se trata de una de las procesiones que más público congrega por la singularidad de la ceremonia. En una noche normal de Miércoles Santo, a las doce en punto de la noche se debían abrir las puertas de la concatedral de Santa María y asomará la presencia de esta talla de autor anónimo y datada a mediados del siglo XIV.
Los cofrades han lamentado el no poder procesionar por Cáceres con sus cofradías, algo que se han visto obligados a sustituir por un sencillo acto de recogimiento en los templos donde se han visto escenas de tristeza y resignación.
Mérida
Todo el día pendiente del cielo han estado los hermanos mayores de las cofradías Tres caídas y Los Castillos, en Mérida. Después de continuas y persistentes chubascos durante todo el día, han decidido suspender su recorrido por las calles emeritenses. la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santísimo Cristo de los Remedios y Ntra Señora del Mayor Dolor tenía prevista su salida está prevista a las 20.45h desde la Basílica de Santa Eulalia. Uno de los lugares donde más se disfruta de este paso es en el encuentro que se produce en la Puerta de la Villa al son de las saetas.
La otra de las hermandades que hoy realiza su estación de penitencia es la conocida como 'Las Tres Caídas', la Cofradía del Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Misericordia. "En sus 29 años de vida, en tan solo dos ocasiones no ha podido salir a procesionar por la lluvia" nos cuenta su Hermano Mayor, Rubén Mancera. Su transitar por el Puente Romano es uno de los momentos más emblemáticos. Pero tendrá que esperar otro año.
Zafra
En Zafra la lluvia, como estaba previsto, apareció durante la procesión del Milagroso Cristo de la Humildad y Paciencia y de María Santísima de la Salud de Zafra que debía procesionar a partir de las 20:30 horas desde la Capilla del Arco de Jerez.
Es una de las Hermandades más antiguas y conocidas de Zafra, además de ser una de las procesiones más concurridas de la Semana Santa segedana, gracias sobre todo al ‘encuentro’ del paso del Cristo con el paso de la Virgen que se produce en la Plazuela de Ruy López.
Este acto es el que más espectadores congrega durante un recorrido que se alarga hasta entrada la media noche cuando los dos pasos se separan y cada uno pone rumbo a su capilla. Pero este año, tampoco podrá ser.
Plasencia
En Plasencia han roto la unanimidad y han decidido procesionar. Las nubes amenazantes sí han hecho que el recorrido sea más corto y con menos acompañamiento musical. La hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, fundada en 1930 y con los pasos Nuestro Padre Jesús Nazareno, Dolorosa de la Esperanza, Ecce Homo y Oración en el Huerto de los Olivos tendrá que esperar al año que viene para impregnar con el olor del cirio y los claveles la noche de Plasencia como cada año.