Las consecuencias de esta pandemia no son sólo económicas y físicas. Las situaciones que hemos vivido y que seguimos viviendo nos afectan emocionalmente. Nuestras emociones quedan marcadas por miedos, que se multiplican. La Covid-19 ha puesto a los enfermos en una situación límite, a ellos y a sus familiares. Incluso al superar la enfermedad sufren sus consecuencias, por eso el seguimiento psicológico es tan importante.
Salud Mental puso en marcha un programa de atención a familiares, desde el primer momento de la pandemia, que se mantiene. Entre lo más difícil, está el gestionar los fallecimientos sin poder elaborar el duelo cuando no hay despedida. “Ahora son duelos complicados y se tienen que gestionar para prevenir los duelos patológicos que podrán venir dentro de meses”, asegura el psicólogo Javier Alonso de la Torre.
También hay sanitarios muy afectados. Desde las consultas de psicología y psiquiatría pretenden ayudar a salir de situaciones de ansiedad, trastornos depresivos o stress post-traumático. Y lo hacen con terapia sicológica, tiempo, y todas las herramientas de acompañamiento, nos permitirán situarnos en esta nueva realidad.