El 38,7 % de la población de Extremadura -411.486 personas- estaba en riesgo de pobreza y/o exclusión social en 2020, un punto por encima de la del año anterior, lo que supone perder una parte de la recuperación experimentada en 2019, un aumento que se ha debido al aumento de la tasa femenina en 3,3 puntos.
Así se recoge en el informe "El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008–2020", elaborado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), que se ha divulgado este jueves.
La tasa Arope (personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social) de Extremadura es 12,3 puntos más alta que la media nacional y está a la cabeza entre las autonomías.
Respecto al 2015, designado año de control para la evaluación de los resultados de la Agenda 2030, la tasa Arope, que era del 35,2 %, ha crecido en 3,5 puntos en Extremadura.
9.000 pobres más
En términos absolutos, algo más de 411.000 personas residentes en Extremadura están en Arope, unas 9.000 más que el año pasado.
El aumento se debe fundamentalmente al incremento de la tasa femenina, que ha crecido 3,3 puntos y pasa a ser del 40,1 %, mientras que la de los hombres ha descendido en 1,2 puntos y es del 37,4 %.
Así, este año la brecha de género es de 2,7 puntos porcentuales, la mayor registrada de la serie histórica.
Extremadura tiene 124.000 personas en pobreza severa, el 11,7 % frente al 11,5 nacional, una cifra que se ha reducido en cuatro décimas con respecto al año pasado, con lo que hay 3.770 extremeños menos en estas situación.
Con respecto al 2015, la tasa de pobreza severa no ha variado en Extremadura, pero la reducción de población provoca por sí sola que haya 4.000 personas menos en pobreza severa.
Por otro lado, tras la importante reducción de la privación material severa registrada el año pasado, en 2020 vuelve a aumentar hasta situarse en el 8,8 % de la población de la región -7 % a nivel nacional-, que es la cifra más alta de todo el período analizado.
En términos absolutos, unas 93.000 personas, 26.000 más que el año anterior, están en esta situación.
A pesar de los elevados datos, el incremento de la privación material severa en Extremadura es inferior al registrado para la media nacional.