Este martes, 1 de octubre, finaliza la exención del IVA en alimentos básicos como pan, huevos, verduras, fruta y aceite de oliva, que fue establecida por el Gobierno en respuesta al incremento de precios generado por los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo. A partir de ese momento, el tipo impositivo de estos productos se situará en el 2% hasta el 31 de diciembre, como parte de una retirada progresiva de las medidas anticrisis.
El caso del aceite de oliva
Esta medida fue aprobada en junio como parte de un real decreto que extendía la rebaja del IVA en productos esenciales. En el caso del aceite de oliva, que había pasado de un IVA del 10% al 5%, se estableció un tipo del 0% desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre. Sin embargo, desde el 1 de octubre el impuesto sube al 2% de manera temporal, y a partir de 2025 se aplicará un tipo superreducido del 4%, en lugar del 10% previo a la crisis.
El aceite de oliva es uno de los productos que más ha incrementado su precio en el último año, con una subida del 25,1% en agosto respecto al mismo mes de 2023, y acumulando un aumento del 170,5% desde enero de 2021, según el Índice de Precios al Consumo (IPC).
IVA del tipo reducido
Por otro lado, el tipo reducido del 5% para la pasta y los aceites de semilla, que también se aplicó como parte de las medidas de alivio económico, finaliza el 30 de septiembre. Desde el 1 de octubre, el IVA de estos productos subirá al 7,5% hasta el 31 de diciembre, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea para la retirada gradual de estas medidas.
Este ajuste en los impuestos busca equilibrar las políticas fiscales tras un periodo prolongado de ayudas destinadas a mitigar el impacto de la inflación en los consumidores.