Los nuevos ministros han prometido su cargo ante el Rey. Tras la remodelación, el Gobierno tiene que dar respuesta a varias cuestiones que afectan mucho a Extremadura. Necesidades en materia de infraestructuras, Educación o Justicia.
En el nuevo Gobierno vuelve a no haber ministros extremeños, pero eso no es óbice para que Extremadura esté muy pendiente del nuevo Ejecutivo nacional. Los principales intereses tienen que ver con las infraestructuras.
La nueva ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, inaugurará el tren rápido entre Badajoz y Plasencia en el primer semestre de 2022, pero tendrá que impulsar de una vez por todas el estudio informativo del tramo del AVE desde la provincia de Toledo a Madrid, y terminar la renovación de vías de la línea entre nuestra región y Puertollano, en la provincia de Ciudad Real.
Además, se espera que siga apostando por la conversión en autovía de la carretera Badajoz-Cáceres y de la N-430 con Ciudad Real.
Fondos europeos para programas educativos
La nueva ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, se encargará del desarrollo normativo de la nueve ley de Educación (LOMLOE) y gestionará el reparto entre las comunidades de los fondos europeos para programas educativos especiales.
Queda también por saber cuál será su apuesta por la escuela pública y cómo lidiará con las peticiones de la educación concertada.
En cuanto a justicia, los juzgados extremeños piden a Pilar Llop más recursos y la modernización tecnológica de todos los sistemas. También que mejore el reglamento del turno de oficio diseñado por el anterior ministro.
Pendiente, en su última fase, se encuentra asimismo la apertura del nuevo Palacio de Justicia de Badajoz, que inicialmente está prevista para finales de este año o principios de 2022.
Tareas todas ellas que Extremadura espera que se culminen en unos casos y se agilicen en otros en los dos años que restan de legislatura.