El viaje de los primeros rostros de la civilización tartésica encontrados en Casas del Turuñuelo, en Guareña, va a ser largo. Este descubrimiento que ya es histórico y que ha acaparado titulares de medios nacionales e internacionales se ha convertido en una de las noticias del año, y ha vuelto a colocar a Extremadura en el punto de mira.
Estos pedazos de una cultura que parecía perdida y de la que apenas teníamos datos, deben viajar a Madrid. En primer lugar, un geólogo mediante una pistola láser juzgará si estos rostros proceden de fuera de la región, y si esto es así, el hito cobraría aún más poder. Después pasarán probablemente por el laboratorio de la Universidad Autónoma de Madrid, donde serán sometidos a restauración.
¿Quién esculpió los primeros rostros?
Esta pregunta a día de hoy es un gran misterio, los tartesos fueron una civilización prerromana que existió, según los informes, entre la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, al sur de la península ibérica. Los arqueólogos piensan que la piedra de los bustos pueda ser calcarenita. Una piedra procedente de canteras locales... O de fuera.
Al final, después de toda la travesía, volverán a casa. La ley ha cambiado y no pasará como con el Tesoro de Aliseda, que fue trasladado a Madrid, sino que regresarán a Badajoz, en concreto a su Museo Arqueológico. Así lo ha certificado Javier Heras, su director.
"Tendremos que hacer una ampliación"
Cambiar el paradigma del arte trae sus consecuencias, pero en este caso necesarias, para poder acoger a todos los turistas que vendrán a contemplar este hallazgo. Al igual que el director del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, todos los extremeños se sienten muy afortunados de poseer un descubrimiento tan histórico en sus vidrieras.
De esta manera lo ha confirmado, "deseoso de contar con esas piezas tan importantes para nosotros".