Las asociaciones de criadores de razas autóctonas de Extremadura esperan que pronto se publique una nueva convocatoria de ayudas de la Junta para mantener sus programas de cría. El Consejo de Gobierno de la Junta aprobó el pasado 2 de julio estas subvenciones, que cuentan con un presupuesto de 1.260.000 euros, y están pendientes de publicarse en el Diario Oficial de Extremadura (DOE).
Estas ayudas están destinadas a apoyar a las razas ganaderas autóctonas presentes en la región, algunas de las cuales se crían exclusivamente en Extremadura, y son las cabras retinta y verata, la vaca blanca cacereña y la gallina extremeña azul, todas ellas en peligro de extinción.
Juan Luis Gala, de la Asociación de Criadores de Gallinas Raza Extremeña Azul, destaca las características de esta especie, que se presenta en tres variedades: gris, negra y blanca. Gala señala que estas gallinas son excelentes ponedoras y también se valoran por su carne, comparable con la de caza debido a su alimentación en la dehesa. En los últimos tres años, el número de gallinas censadas se ha multiplicado por cuatro, alcanzando los 1.400 ejemplares, y el número de ganaderos ha superado el centenar. Sin embargo, la comercialización de sus huevos y carne sigue siendo un desafío, ya que la normativa actual solo permite el autoconsumo.
Vaca blanca cacereña
En contraste, la situación de otra de las razas autóctonas de Extremadura, la vaca blanca cacereña, es preocupante. Tradicionalmente utilizada como vaca de tiro, su estructura física la hace menos competitiva frente a otras razas cárnicas. Eugenio Porras, desde la Asociación de Criadores Raza Blanca Cacereña, indica que esta raza está en serio peligro de extinción, con entre 800 y 900 madres censadas y problemas de consanguinidad debido a la limitada población.
La calidad de su carne y su adaptación a la dehesa son cualidades destacables de la vaca blanca cacereña, que es la única de capa blanca entre las razas autóctonas de vacuno del país.