Los arroceros podrán volver a regar sus cultivos está campaña. Tras el infierno que vivieron el año pasado, todo apunta a que podrán cultivar el 60% de sus tierras, lo que supondría en la región unas 10.000 hectáreas.
Una noticia que ha sido muy bien acogida desde el sector. Por ejemplo, entre los regantes del Canal de Orellana, que el año pasado no pudieron sembrar por culpa de la sequía. En la pasada campaña se plantaron sólo 2.100 hectáreas de arroz frente a las 21.000 habituales.
Este año, la situación es muy distinta. Un 60% de la superficie será regable para que el agricultor decida su cultivo. Una decisión, aseguran, con criterio, mejor planificada y que no les hace sentirse discriminados.
La temporada comenzará el 1 de mayo y se prevé que dure unos cuatro meses y medio.
La campaña, además, invita al optimismo pero puede verse empañada también por varios factores: el clima, las dudas con las variedades y los cobros de las ayudas que, aseguran, siguen sin recibir.