La subida de los costes energéticos lastra muchas economías domésticas y también las cuentas de resultados de las empresas. Entre los negocios que más acusan el incremento del precio de la luz están los balnearios. Circuitos, piscinas de agua caliente, diferentes tratamientos... El consumo eléctrico de este tipo de negocios es mucho más elevado que en otros. Calientan al día entre 25 y 32.000 litros de agua. A lo que deben sumar, además, otros gastos de mantenimiento, gas, nóminas y seguridad social. Las cuentas no les salen.
Sus gerentes no ocultan que hoy están pagando facturas tres veces superiores a las abonadas en pre pandemia. Carlos Yubero, del balneario del Salugral de Hervás, nos ha contado que en 2019 pagaban facturas de unos 5.000 euros. La última factura ha rondado los 18.000 euros. La misma situación la viven en Fuentes del Trampal. Aquí las facturas se han elevado hasta los 17.000 euros mensuales, nos ha dicho José Prieto, que reconoce que no sabe cómo van a afrontar dichos pagos, si despidiendo a trabajadores o vendiendo el negocio.
Carlos Yubero apunta a que la subida de los costes no los pueden repercutir en el cliente, ya que ese incremento se ha producido posteriormente al cierre de tarifas. "Y ese es el gran problema. Por eso es el cuello de botella y el acogotamiento que tenemos".
El anuncio de que la Junta prevé recuperar el programa de termalismo social, reconocen es un alivio, aunque pequeño tras dos de pandemia sin prácticamente facturar. "Eso nos va a venir muy bien. Sobre todo si tú quieres mantener la población en los pueblos", ha asegurado José Prieto. Todos, los ocho balnearios que funcionan en Extremadura, están en el entorno rural.
