Dos meses han transcurrido ya del paso de la borrasca Efraín por Extremadura. Provocó graves daños materiales en varios municipios, sobre todo en La Roca de la Sierra, y en la carretera N523 que une las dos capitales provinciales.
Ese ya famoso socavón sigue ahí, impidiendo el tráfico normal. Ha de construirse un nuevo puente, y para ello hay anunciada una inversión de 1,3 millones de euros, pero sin plazo concreto de finalización de obras.
Mientras tanto, hay habilitado un tramo alternativo, paralelo al socavón y regulado por semáforos. Ya no es necesario dar un rodeo por otras carreteras, pero la circulación es más lenta y el viaje dura más de lo habitual.
Los usuarios de esta vía piden una solución definitiva y cuanto antes.
Situación en La Roca
Mientras, en La Roca de la Sierra sus vecinos poco a poco intentan volver a la normalidad, tras ver cómo a causa de la tromba de Efraín, el agua entró en sus viviendas y destrozó sus enseres.
El Ayuntamiento tramitó 170 expedientes, y los daños en domicilios llegaron a 900.000 euros.