Los extremeños despiden la Nochevieja más atípica. Plazas prácticamente vacías, anoche fueron muy pocos los que se animaron a comerse las uvas en la calle. El toque de queda a las doce y media, las limitaciones en las reuniones y la llamada de Sanidad a la prudencia nos dejaron un Fin de Año, que pocos olvidarán.
También fueron muy diferentes las cenas. Con todas las medidas de seguridad y con menos familiares, los extremeños no quisimos faltar a la tradición y dimos la bienvenida al nuevo año con las 12 uvas de la suerte. Las videollamadas permitieron a muchos compartir la tradicional cena. Y tras las uvas, la ausencia de cotillones vació los locales, que años atrás se llenaran para dar la bienvenida al Nuevo Año.