2021 ha terminado con los precios disparados. El IPC ha subido en Extremadura un 7,1% en todo el año con respecto a 2020, por encima del incremento nacional, que ha estado en el 6,5%, el mayor aumento desde mayo de 1992.
La vivienda es el grupo que más se ha encarecido en la región, un 29% debido a las fuertes subidas de precio de la electricidad, que se ha incrementado un 72% en todo el año pasado. Le sigue el transporte con un 12,5 % por ciento, por el encarecimiento de los combustibles.
No es nada despreciable la subida en alimentos y bebidas no alcohólicas, un 4,6%. Entres los productos alimenticios que más se encarecen están los aceites y grasas (24.4%) y la carne de ovino y caprino (21,8%).
También han subido las frutas y hortalizas, en torno a un 9%. Los incrementos, de hecho, continúan. En Frutas Cortijo, en Mérida, nos han comentado que en los últimos días, por ejemplo, los calabacines han pasado de costar 1,75 euros el kilo a 2,25 euros.
El alza de precios se nota también en otros productos básicos como el pan, los cereales, la harina y los huevos.