"Hace tres años, la rentabilidad rondaba el veinte por ciento, pero ahora se sitúa en un cinco o malamente se llega a un diez". El cálculo de Cecilia Calderón, coordinadora de la sociedad 'Esquiladores Centro y Sur', ilustra con precisión el momento por el que atraviesa el sector de la lana en Extremadura.
Esta pérdida de rentabilidad se arrastra desde las últimas campañas, en las que ganaderos y productores de lana han visto cómo se han encarecido los costes. Un 40 por ciento para los ganaderos y en torno a un 25 para las cooperativas.
En plena temporada de esquileo en nuestra región, la situación se ha agravado también por la evolución a la baja en el precio de la lana. Si en 2018 se pagaba por la lana más de dos euros, ahora cuesta de media 50 céntimos. De esta manera, los ingresos de los productores se han reducido aproximadamente un veinte por ciento.
Sin relevo generacional
Por si fuera poco, encontrar esquiladores ha vuelto a ser muy difícil esta temporada, con lo que ha habido que seguir recurriendo a cuadrillas procedentes de Uruguay. "Lo más preocupante es el relevo generacional en el sector, que está envejecido y es poco atractivo para los jóvenes", explica Marco Antonio Calderón, gerente de 'Comercial Ovinos', en Villanueva de la Serena.
La solución no es fácil. Según Calderón, la recuperación de la rentabilidad en el sector pasa "por mejorar la genética de las ovejas y con ello la calidad de la lana, para de esta forma incrementar los ingresos", destaca.
Llegan de Uruguay para la campaña de esquileo