Extremadura ha comenzado a movilizarse para recaudar dinero y alimento para las víctimas de la invasión rusa en Ucrania. Svitlana es ucraniana, lleva dos décadas en España y vive en Arroyo de San Serván. "Mi ciudad está a 300 kilómetros de Kiev y allí ya se está acabando la comida y todas las fábricas están paradas", nos explica. Angustiada por la situación de su país, ha decidido pedir ayuda junto a otra compatriota de Mérida y con la colaboración de la Cooperativa de Perales, en Arroyo de San Serván, donde trabaja.
"Empecer a mandar mensajes a todos mis amigos de Don Benito, Mérida, Almendralejo o Badajoz y comenzamos la recogida", nos explica. El ayuntamiento de la localidad y una iglesia ortodoxa de Sevilla ayudarán a gestionar los recursos, que ya se recogen en distintos puntos de la provincia de Badajoz, como este centro infantil de la capital autonómica.
Todos destacan la solidaridad de los extremeños. Y también las oenegés, que avisan de que es imprescindible asegurarse de que los envíos se hacen a través de entidades expertas para no duplicar ayudas y general bloqueos. Recuerdan que la manera de poder ser más efectivos es a través de recursos económicos, a través de organizaciones profesionales.
También participa de estas iniciativas solidarias Elena Kozyr, una ucraniana residente en la región desde hace 19 años. En una entrevista en Extremadura Noticias, Elena explica que su familia está bien, aunque sorprendida por una invasión que no esperaban.
En Mérida, Elena debe explicar a sus hijos lo que pasa en su país: "Me preguntan qué está pasando y cómo están sus primos ucranianos", nos cuenta.
Ahora pasa buena parte de su tiempo en los puntos de recogida habilitados para recibir la solidaridad de los extremeños. En la capital extremeña, por ejemplo, se puede llevar la ayuda a las tiendas Suministros Pla o Embalajes Las Tres Fuentes. También hay puntos solidarios en La Garrovilla u Oliva de la Frontera.
La mercancía se lleva también a la Iglesia Ortodoxa de Sevilla, donde realizan el envío a Ucrania con servicios de reparto oficiales.
La respuesta, asegura Elena, ha sido muy buena: "Los extremeños se están volcando", nos cuenta, con una sonrisa poco habitual en estos días de guerra.