La cuenca del Tajo está amenazada por la invasión de una nueva planta acuáltica. Se llama Ludwigia y, de momento, se ha detectado en río Salor y en el Alagón. No es tan difícil de erradicar como el camalote pero, al igual que este, tiene un gran capacidad para expandirse y modificar las condiciones del agua.
La primera vez que se tiene constancia de su aparición en Extremadura fue en diciembre de 2018 en el río Salor en la localidad de Herreruela. El pasado mes de enero se localizó también en el río Alagón en Coria, donde actuamente cubre buena parte de la superficie del río a su paso por la localidad cacereña.
Se trata de una planta acuática de origen americano, que se reproduce a través de semillas y por fragmentos del propio vegetal, lo que le confiere una alta capacidad de dispersión y por tanto de invasión.
La especie está incluida en el listado de especies exóticas invasoras preocupantes para la Unión Europea ya que provoca graves impactos ecológicos al reducir la entrada de luz a la columna de agua. Su presencia puede llegar a modificar las condiciones físico-químicas del agua debido a que facilita la acumulación de residuos orgánicos en el río.
Tanto la Consejería de Transición Ecológica como la Confederación Hidrográfica del Tajo tienen constancia de su presencia aunque desde el Ayuntamiento de Coria lamentan que no se están tomando las medidas necesarias para su erradicación.
TEXTO: Redacción
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