Este jueves, víspera del Día de Extremadura, se entregarán, en el Teatro Romano de Mérida, las cinco medallas que concede la región. Una de ellas será para el mítico Rally de la Vendimia, en Tierra de Barros.
Para conocer la historia de este evento deportivo, que mueve a un gran número de aficionados en la región, debemos irnos a los años 70, en concreto al 12 de septiembre de 1971. En esa fecha nació la primera edición de esta carrera automovilística. "Estaba el Gobernador civil de entonces, que era la máxima autoridad y le pedimos audiencia a través del alcalde de Almendralejo y fuimos una comisión a ver al Gobernador. Allí le expusimos la situación. Él era un entusiasta del motor, lo cual jugó a favor nuestro", cuenta uno de sus fundadores.
Desde ahí, crecimiento imparable. En su 13ª edición, disputó el rally un jovencísimo Carlos Sainz, posteriormente campeón del Mundo. En aquel año venía de ganar el campeonato de Castilla y en nuestra tierra corrió junto a su copiloto de entonces, Juan José Lacalle, extremeño.
Hoy en día, el de la Vendimia es uno de los rallys de mayor prestigio. Lleva ya 52 ediciones ininterrumpidas, sólo rotas por culpa de la pandemia. En su época dorada, en los años 80 y 90, se convirtió, además, en una de las pruebas referentes a nivel nacional.
A nivel económico, el rally también es un importante motor dinamizador de la zona. No sólo por los visitantes que atrae, si no por todos los repuestos y reparaciones que necesitan los vehículos participantes.
Desde su organización se muestran felices por el reconocimiento que supone, para ellos, recibir el mayor distintivo que otorga nuestra región, la Medalla de Extremadura. Un premio, aseguran, que es un soplo de aliento para seguir en hacer crecer el rally y celebrar, como mínimo, otros 52 años más.