La conciliación laboral sigue siendo un desafío significativo para las mujeres autónomas, especialmente a partir de los 50 años. Según un informe de Mapfre, de los 4,4 millones de trabajadores sénior ocupados en España, menos de la mitad son mujeres, quienes enfrentan peores tasas de emprendimiento, empleo y actividad laboral, así como una brecha salarial que alcanza el 27% en mayores de 65 años.
Emprendimiento sénior
Para muchas, el emprendimiento se convierte en una solución viable frente a las barreras del mercado laboral. En Extremadura, el emprendimiento sénior cuenta con un apoyo especial: las personas mayores de 55 años reciben ayudas de 7.500 euros para iniciar una actividad, una cifra que asciende a 9.000 euros en el caso de las mujeres, frente a los 6.000 euros disponibles para otras franjas de edad, según explica Candelaria Carrera, presidenta de ATA Extremadura.
Inmaculada Marín, empresaria sénior extremeña, ejemplifica este fenómeno. Tras más de dos décadas como trabajadora por cuenta ajena, decidió emprender para recuperar el control de su vida profesional. Aunque su primer proyecto no prosperó, continuó con un segundo intento exitoso. "Yo quiero una jubilación que yo me haya ganado y que pueda viajar, no que esté cobrando 800 euros", ha afirmado.