La expresión verbal se acompaña en `La tumba de Antígona´ con recursos como la música y la danza. Para ello han tenido que traducir el mensaje al cuerpo, y todo el equipo de actores y bailarines lo han hecho desde un trabajo verdadero y sincero.
Francisco García representa a Hemón con la danza, es un personaje que "representa el amor y la esperanza, pero no es el amor fraternal, que es más grande, es el amor más humano, el que Antígona no tiene, porque ella se entrega a la piedad", explica. Indagando desde sus propios sentires.
La composición musical es de Álvaro Rodríguez, que junto a Aolani Shirin y su violín han recreado las emociones de cada momento. Un violín que habla por sí solo durante toda la representación. "Se va expresando y comunicando diferentes emociones, también con los adornos para comunicar el llanto, el desacuerdo, el dolor" Así es como ahonda en sensaciones que con palabras puede resultarle más difícil, expresa Shirin.
Toda una experiencia de múltiples expresiones artísticas al servicio de la palabra, para hacerla palpable y viva.