El verano favorece el empleo en el sector servicios. Negocios como las heladerías o los kioscos hacen, nunca mejor dicho, su agosto estos días. El calor y la llegada de los turistas impulsan las ventas de helados y bebidas frías.
"Lo que más se vende es agua y granizada, no me da tiempo ni a llenar los congeladores porque se vende muchísimo"
No todos tienen la misma suerte. Cuando sube el termómetro, disminuye, por ejemplo, las ganas de comprar churros con chocolate o pasteles.
"Hace muchísima calor, hay muy poca gente a primera hora de la tarde, ya cuando vamos a cerrar es cuando la gente se anima"
Las altas temperaturas provocan que bajen, además, las ventas de ropa...
"Con 44 grados, la gente no se acuerda de salir de compras"
Y tampoco se compra lotería.
"Por la mañana temprano se ve algo, pero luego desaparece el público"
Y es que la poca afluencia en las calles se nota también, y mucho, dentro de los negocios.