Continúan las protestas en Extremadura por el cierre de comercios y hostelería. De nuevo, una caravana de doscientos vehículos, con globos blancos, ha recorrido las calles de Badajoz para reclamar más ayudas económicas por las pérdidas ocasionadas, menos impuestos y, sobre todo, que puedan abrir sus negocios.
Dan por hecho que la Junta de Extremadura prorrogará mañana las medidas restrictivas vigentes y eso significa que bares y restaurantes no podrán abrir sus locales, las grandes superficies tampoco y los comercios, solo con horario limitado. Por ello, solicitan esas ayudas.
Laura García, portavoz de la Plataforma de la Hostelería de Badajoz, y una de las asistentes a la manifestación, explica con indignación que "hace unos días han tenido que pagar impuestos sin generar nada de ingresos. Nos están asfixiando de tal manera que es imposible sobrevivir. Muchos compañeros han tenido que bajar la persiana. O nos salvan o esto se va al garete"
"Nos están asfixiando y es imposible sobrevivir. O nos salvan o nos vamos al garete"
En Villafranca de los Barros (Badajoz), también autónomos, hosteleros y comerciantes han repetido una sonora cacerolada en el centro de la ciudad por el mismo motivo. Ante esta situación, la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) ha reclamado una vez más a la Administración regional que "planifique" la reapertura de la hostelería y que amplíe el horario del comercio, incluyendo las grandes superficies.
Vendedores ambulantes también protestan
Los vendedores ambulantes han acudido a la protesta de Badajoz. Se quejan porque, dicen, muchos ayuntamientos no les dejan poner sus puestos y eso que el decreto sí lo permite, aunque sea con restricciones, solo de 10:00 a 14:00 horas, como el resto de comercios. De momento, solo han podido retomar la actividad en Mérida y Badajoz. Piden, además, que puedan vender los domingos en localidades como Badajoz y Zafra.
Julián Cruz, presidente de la Asociación de Comerciantes Ambulantes de Extremadura (ACAEX), lamenta que los alcaldes de varios municipios de Cáceres y Badajoz "han rechazado sus propuestas, no les han dejado instalar sus puestos y no han podido generar ingresos". Dice que ellos son los primeros que quieren cumplir con la normativa, pero entiende que en espacios al aire libre la posibilidad de contagio es menor. Insiste en que "son comerciantes iguales que los que tienen tienda física y quieren trabajar".