La escalada de tensión en Oriente Próximo amenaza con convertirse en un conflicto mayor, especialmente tras el envío de más tropas israelíes a la frontera con Líbano y los bombardeos en el sur del país. Israel ha evacuado una veintena de pueblos cercanos a la frontera y sopesa su respuesta tras el lanzamiento de 200 misiles por parte de Irán, lo que el primer ministro Netanyahu ha calificado como "un grave error".
En medio de esta crisis, Patricia Sierra, de la ONG cacereña 'Sonrisas en Acción', ha descrito el horror que vive el pueblo libanés. "Es un país que va a la deriva", asegura, destacando la gravedad de la crisis económica previa, que ha dejado a Líbano sin agua, electricidad ni servicios básicos. "No hay espacios seguros. La gente deambula por las calles sin saber dónde ir, todo es un caos", afirma.
Sierra relata cómo los servicios ya colapsados ahora enfrentan una situación insostenible: los hospitales no funcionan y la distribución de medicinas es prácticamente inexistente. En sus palabras, la situación es "el horror más tremendo en un país tan pequeño".