Extremadura entra en la nueva normalidad pero eso sí, lo hace de forma incompleta ya que los extremeños todavía no podemos pisar suelo luso. Esta es la única frontera que mantiene cerrada nuestro país con países de la Unión Europea. Un suceso que en la raya supone, además, un frenazo económico y social.
Algunos pasos como el ubicado a la altura de la localidad de Monfortinho solo pueden ser traspasados por transportistas, trabajadores fronterizos y residentes a cualquiera de ambos lados de la frontera que tengan que cruzarla por causas de fuerza mayor.
Las autoridades lusas han decidido que la frontera más extensa de Europa permanezca cerrada al menos diez días más a pesar de que ya es posible movernos por el resto de países del espacio Schengen.
La frontera portuguesa abrirá el 1 de julio
