Con los precios por las nubes y las facturas dejando huella en nuestros bolsillos, toca repasar algunos consejos de ahorro que nos permitirán salvar unos euros.
Por ejemplo, en cuanto a la calefacción, disponer de un termostato permite regular la temperatura en casa y mantenerla entre lo 17 y los 21 grados. Ojo, cada grado de más supone un siete por ciento más de consumo. Ventilar en las horas centrales del día y no más de quince minutos y el uso de alfombras aislantes también nos permite ahorrar electricidad.
Hay que prestar mucha atención también a los que se conoce como "vampiros energéticos". Los tenemos por toda la casa. Por ejemplo, las televisiones vienen con un standby que no las desconecta del todo. Esa pequeña luz está consumiendo electricidad. También lo tienen la mayoría de electrodomésticos.
Pero no sólo la electricidad marca precios prohibitivos. También lo hacen los carburantes. Con algunos combustibles por encima de los 2 € el litro, toca retrasar el mayor tiempo posible nuestra visita a la gasolinera. El mejor consejo, levantar el pie del acelerador. En autovía, por ejemplo, no subir de los 120 km/h nos va a ayudar a reducir el consumo. A partir de ahí, cada diez kilometros de más suponen un incremento del 20 por ciento en el consumo. En ciudad, una conducción eficiente permite ahorrar unos céntimos, pero la mejor solución de todas, es ir andando a cada destino.
Soluciones que permiten reducir, aunque sea un poco, el impacto que la subida de precios ocasiona desde hace meses en nuestros bolsillos y agravado por la situación actual de guerra en Ucrania.
