Se retoman las clases presenciales después de los exámenes en la Universidad de Extremadura, a pesar de la alta incidencia del virus en la región. Por eso, para evitar riesgos, en la medida de lo posible, se ha reforzado el protocolo anticovid.
Alumnos y profesores se incorporan de manera paulatina y además, a las medidas de reducción de aforo en las clases, geles desinfectantes y mascarillas, se suma ahora la instalación de medidores de CO2 en las aulas. La idea es tener constancia en todo momento de la acumulación de dióxido de carbono en las clases para minimizar la presencia del virus.
Estudiantes, a favor y profesores, en contra
Los estudiantes se muestran conformes y confiados con el regreso a las clases presenciales. Consideran que se han tomado medidas suficientes para evitar contagios y recuerdan que el primer cuatrimestre ha transcurrido sin problemas relevantes.
Más reticentes son los profesores. Muchos, aunque no todos, consideran que esta última etapa del curso se debería haber retomado con docencia online hasta que la incidencia de la enfermedad bajara un poco. Creen que la movilidad de los estudiantes puede favorecer los contagios. Llegaron a plantear esta opción a los responsables de la UEX, sin resultado.
En total, a partir de este lunes, son unos 20.000 los estudiantes que retoman las clases en todas las Facultades de la Universidad de Extremadura.