Se cumplen 40 años del intento de golpe de Estado en nuestro país, una de las pruebas más difíciles para la democracia española. Fue un 23 de febrero de 1981. Más de 200 militares asaltaron el Congreso de los Diputados y se declaró el estado de excepción en Valencia. Al mando del golpe estaba el teniente coronel Antonio Tejero, el último de los inculpados en salir de prisión. En aquel momento gobernaba Adolfo Suárez, crucial desde su butaca del hemiciclo. En el Congreso, trece extremeños fueron protagonistas. Éste es el relato de los hechos.
Seis y veinte minutos de la tarde. Madrid, Congreso de los Diputados. Año 1981, 23 de febrero. "Don Faustino Muñoz García, sí", lee el secretario del Congreso. Se leen los nombres de los diputados y el sentido de su voto en la segunda sesión de investidura, para que Leopoldo Calvo Sotelo presidiera el país. Pasan varios minutos y nace el desconcierto.
"¡Quieto todo el mundo!". Disparos tras un silencio tenso, al mando, el teniente coronel Antonio Tejero. Allí, en la carrera de San Jerónimo nadie sabía qué pasaba, los recuerdos de la dictadura de Franco estaba muy recientes.
"¡Quieto todo el mundo!" gritó Tejero desde la tribuna del Congreso de los Diputados
"La autoridad competente, militar por supuesto, será la que determine qué es lo que va a ocurrir. No pasará nada". Es uno de los artífices materiales del intento fallido. Amigo de Tejero, el capitán Jesús Muñecas. Trata de tranquilizar a las señorías desde una imposición militar que muchos no descifran. Cae la noche, y en la madrugada España sumida en el miedo escucha al Rey.
"La Corona no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático", le dice Juan Carlos I a los españoles.
El papel de Ricardo Pardo Zancada
24 de febrero, mediodía, liberación y rendición tras 17 horas donde el poder estuvo en vilo. 200 militares protagonistas. 30 acusados sentados en el banquillo. Entre los que fueron a la cárcel Ricardo Pardo Zancada, de Badajoz, nacido en 1935, todavía vivo. Comandante entonces, se presentó en el Congreso con 113 militares de la división acorazada Brunete para derrocar al poder establecido.
Pardo Zancada fue sentenciado por el Supremo a 12 años de cárcel. En 1987 salió a la calle, él y todos año tras año hasta 1996, todos fueron indultados. Pardo Zancada publicó dos libros sobre el 23F. Él fue el encargado de informar en todo momento a Milans del Bosch de los sucesos del Congreso. Viajó a Valencia y de vuelta a Madrid llegó al edificio cuando el golpe estaba a punto de culminar. Por su pluma y destreza militar pasaron las condiciones del pacto del capó, la rendición de los militares golpistas.
Pardo Zancada nació en Badajoz el 3 de agosto de 1935, tiene 85 años pero ya está retirado de la esfera pública
Protagonismo extremeño en los dos bandos. 12 diputados de Cáceres y Badajoz vivieron este momento crucial, 7 de UCD y 5 del PSOE. Fue un intento frustrado, sin heridos, imposible de olvidar en la memoria colectiva de Europa.