A medida que la campaña de recolección de melón y sandía se acerca a su fin, los productores enfrentan una temporada que, aunque tiene margen de mejora, consideran floja en general, especialmente en lo que respecta a la sandía. El calor ha sido un factor decisivo, impactando tanto en la producción como en la calidad de la fruta.
La campaña
Con el 80% de la cosecha ya recogida, los agricultores destacan los desafíos de esta campaña. Severiano Bermejo, un agricultor de la región, explica que "el melón ha estado muy bien, se ha vendido bien también". Pero la sandía ha tenido un parón muy grande cuando toda la producción llegó de golpe. "Ahora tendríamos que estar recogiendo sandía y melón tardío, pero con estas calores lo hemos tenido que coger todo de golpe". Este adelanto en la cosecha, provocado por las altas temperaturas, ha afectado la planificación habitual.
Más pequeños, pero más dulces
Sin embargo, el calor no ha sido completamente negativo, ya que ha favorecido el dulzor del melón. Bermejo añade que las altas temperaturas "han influido mucho, adelantando la campaña por lo menos 20 días".
Desde Apag Extremadura Asaja la situación se ve con optimismo moderado. Juan Metidieri comenta que, aunque no es un cultivo principal en la región, la campaña se está desarrollando de manera razonable: "Nosotros nos movemos entre la quinta y la séptima comunidad autónoma a nivel nacional, por lo tanto, no es que sea nuestro cultivo principal, pero es una alternativa y bienvenida sea".
En cuanto a los precios, se han mantenido más estables que el año pasado. Según Metidieri, "los precios oscilan en una horquilla entre 0,35-0,45 €/kg para el melón y 0,25-0,30 €/kg para la sandía, dependiendo de las zonas".
Aunque aún no se tienen datos oficiales, se espera que al final de la campaña se hayan recogido unos 10.000 kilos de melón y 14.000 kilos de sandía por hectárea, una cifra que refleja la complejidad de una temporada marcada por el calor extremo.