El 41 por ciento de los desechos que se depositan en el contenedor amarillo en la región son impropios. Esto significa que cuatro de cada diez bolsas que los extremeños y las extremeñas depositan en estos contenedores terminan en el lugar erróneo. Y esto dificulta su reciclaje y la posibilidad de darle una segunda vida. Así que para aclarar dudas, la Junta y Gespesa han lanzado una campaña informativa de más de medio millón de euros dirigida a todos los públicos con el lema "¡que no se te resista!".
¿Dónde tiramos un cubo o un juguete de plástico?
Un conjunto de acciones para aprender a separar y aclarar que, por ejemplo, las latas, los briks de leche o los envases de plástico, como las botellas de agua o los recipientes de los yogures sí deben tirarse en el contenedor amarillo, pero juguetes o cubos de plástico no, ni tampoco biberones, chupetes o perchas. "Podríamos cuadriplicar el volumen recuperado con el consiguiente ahorro en la utilización de materias primas, en la producción de nuevos envases, en el co2 que expulsamos a la atmósfera y es un importante impacto económico que hace que nuestras entidades locales tengan menos ingresos por el tratamiento de esta línea", explica el gerente de GESPESA, José María Carrasco.
Además, la consejera para la transición ecológica, Olga García, ha señalado en la presentación de la campaña que, en concreto, en 2021 se recogieron más de 15.000 toneladas de envases ligeros en contenedores amarillos en Extremadura, pero solo se pudieron reciclar en torno a 7.500. "Un 50,26 por ciento y es necesario mejorar esta cifra porque le objetivo es alcanzar el 65% en 2025", ha explicado.