'Dona nobis pacem' ha sido un cántico mundial que a las 12 de la mañana ha podido escucharse en todo el mundo gracias a la iniciativa 'Coros por la paz'. En Extremadura, trece localidades y setenta agrupaciones corales se han sumado a ella con sus voces con un objetivo claro: pedir el fin de la guerra.
Lo añora como pocos Kariné Gueyvandova, una ucraniana que desde hace 30 años vive en Cáceres. Dedicada a la música, lleva tiempo sin dirigir un coro, pero le sobran motivos para ponerse hoy al frente de las voces que reclaman la paz: "Espero que este canto llegue a todos los países que participan, pero sobre todo a mi país, que está luchando por su libertad, independencia y dignidad", explicaba emocionada..
Más de 350 personas de 18 coros han cantado junto a ella mostrando su apoyo en este momento tan duro. "Lo hemos hecho por la paz, para que acabe esta guerra absurda", afirmaba Enrique Contreras, presidente del Coro Francisco de Sande.
En Badajoz también 10 coros se han sumado a este cántico mundial, entonando juntos El Himno de la Alegría en símbolo de unidad europea. "Esta guerra tiene que terminar y nosotros lo que sabemos hacer para conseguirlo es cantar", aseguraba el director del Coro Vocalis, Moisés García. "El mundo no vive tan bien como parece y debemos protagonizar estos actos de unidad para mejorarlo", añadía Fernando Domínguez, uno de los organizadores de esta multitudinaria iniciativa.
Junto a Cáceres y Badajoz, Mérida y otras diez localidades extremeñas han conseguido unir a 70 agrupaciones corales dando la nota para poner fin a la guerra.