Nunca había estado en la Sierra de Béjar, pero conocía perfectamente la ruta que iba a hacer porque la "había estudiado mucho", afirma la mujer de José Antonio.
Estaban de vacaciones en Ceclavín, el municipio de la madre de Carla, esposa del desaparecido. El día 29 de diciembre, José Antonio cogió el coche para realizar el trayecto de algo menos de dos horas que le separaba de la Sierra de Béjar.
Avisó a su mujer de que empezaba la ruta, pero el habitual mensaje que mandaba también al acabarla no ha llegado. Ese día había mucha niebla en la zona.
Esa misma noche, la Guardia Civil inició su búsqueda.
Sin pistas
Seis días después nada se sabe de él ni tampoco hay ninguna pista. Además de los especialistas de la Guardia Civil, hay montañeros voluntarios que se han sumado a las labores de rastreo.
El ayuntamiento de Candelario les facilita un pabellón en el que comer, dormir y descansar. Es un terreno muy complicado por la orografía y porque hay zonas con mucha nieve y partes heladas.
Cuatro unidades caninas intentan localizar alguna pista. También se busca desde el aire con un helicóptero y drones. La familia vive angustiada los días de espera sin noticias de José Antonio.