Detrás de las interpretaciones de los actores están los textos que escriben los dramaturgos. Nos hemos fijado en su figura y, en concreto, en la colección de libros que está editando el grupo editorial Éride. Quiere publicar todos los textos representados en Mérida desde 1933. Los más actuales ya están a la venta.
Uno de esos libros es el de la versión extremeña de 'Ifigenia', de Silvia Zarco. Se estrenó el año pasado en el Festival de Teatro Clásico de Mérida. Hace unos días volvió a escenificarse en el escenario romano y esta noche se escuchará en el teatro romano de Regina.
Con su libro en la mano nos recibe en el peristilo del teatro romano emeritense. Queremos que nos ponga voz a las palabras que ha escrito:
"SOMBRA DE IFIGENIA
Llegó, madre.
Se acabó tu silencio.
Se acabó tu culpa eterna.
SOMBRA DE CLITEMNESTRA
¡La luz es nuestra!
Ifigenia, Ifigenia mía, Ifigenia."
Es el poderoso final de la historia de 'Ifigenia'. Si no se lee puede que haya pasado desapercibido para algún espectador. Su lectura, además, ayudaría a entender mejor la obra antes de cada estreno y a comprender más a los personajes.
"El libro teatral hace que la palabra sobrevuele y repose en casa. Como decía Platón, la palabra escrita es la semilla inmortal", nos recuerda Zarco, amante de los vocablos.
También hemos compartido charla con Eduardo Galán, el dramaturgo que ha dado forma a la 'Electra' que se está poniendo en escena estos días en Mérida y que comienza así de fuerte, sin rodeos y anticipándose al desenlace:
"ELECTRA
Soy Electra, la mujer que asesinó a su madre. A sangre fría. Con premeditación. De madrugada. Con un plan pensado durante veinte largos años".
Asegura que leer libros de teatro es muy reconfortante, más ágil y rápido que una novela, y hace volar la imaginación del lector.
"Cada lectura es una reinterpretación del texto del dramaturgo, y cada lector es un director de escena y un actor al mismo tiempo", dice orgulloso.
El dramaturgo Florián Recio, el de 'Cleopatra', la gran reina de Egipto que mostró su corazón enamorado a Marco Antonio hace dos semanas en el Festival de Mérida, y autor de aplaudidos montajes como 'Los Gemelos' o 'La Aparición', reivindica el formato libro.
"La representación muere cuando termina la función. El texto permanece y se puede releer las veces que se quiera", remarca.
La idea partió del grupo editorial Éride y se plantean recuperar todos los textos representados en Mérida desde 1933. Esa 'Medea', que dio vida Margarita Xirgu en un momento histórico, ya está en papel.
En el caso de versiones, publican el texto original del autor clásico y la adaptación. Su editor, Ángel Jiménez, al que definen como un "filántropo", reconoce que les está siendo "difícil" recuperar algunos de los textos más antiguos, ya que sus autores no viven, y en este sentido recalca "obra que no está editada es una obra perdida".
El sueño de los dramaturgos sería que antes de entrar a la función de Mérida, esos libros se exhibieran a la entrada para que el público los pudiera comprar antes de cada estreno. De momento, se pueden adquirir en algunas librerías y bibliotecas.