El apagón ha dejado claro que ni la tecnología ni las tarjetas son infalibles, y cuatro de cada diez jóvenes españoles han decidido volver al billete de toda la vida para estar preparados ante cualquier eventualidad.
Según un estudio nacional, el 47% de los jóvenes tiene ahora más dinero en efectivo guardado en casa que antes del apagón. La experiencia dejó fuera de juego aplicaciones bancarias y algunos datáfonos, recordando a muchos que depender únicamente del móvil para pagar puede convertirse en un problema en situaciones de emergencia.
“No llevo muchísimo dinero, pero sí algo por si llega a pasar otra cosa, 20, 30 o 50 euros para poder comprar comida”, explica uno de los encuestados. La generación más tecnológica ha aprendido que, aunque la tarjeta y el móvil son cómodos, siempre es prudente tener efectivo a mano.
Comodidad vs colchón
Sin embargo, no todos han incorporado el cambio a su rutina diaria: algunos siguen prefiriendo la comodidad de pagar con tarjeta y reconocen que todavía les cuesta llevar dinero suelto. Otros, como explican, “para mí me resulta más cómodo tenerlo todo en la tarjeta, pero tendría que llevar algo por si acaso”.
El apagón ha servido como recordatorio: la tecnología facilita la vida, pero tener un pequeño colchón de efectivo sigue siendo una medida inteligente de preparación.