Vika Gurska es ucraniana y lleva 12 años en Cáceres, donde es profesora de yoga. Desde aquí vive con temor los ataques rusos a su país. "La verdad que estamos en choque porque hasta el último momento esperábamos que no iba a pasar esto. He hablado con los amigo y están tranquilos para no entrar en el pánico y que los manipulen", nos cuenta.
Como ella, 240 ciudadanos ucranianos y unos 140 rusos residen en Extremadura. Sobre los extremeños que viven allí no hay datos concretos, pero desde la Junta les ofrecen su apoyo. "Inmediatamente tenemos conocimiento de una circunstancia difícil en la que necesitan ayuda y el apoyo de la Junta de Extremadura siempre estará ahí", explica Rosa Balas, Directora General de Acción Exterior de la Junta.
Se esperan consecuencias negativas también para las empresas extremeñas que exportan a Rusia y Ucrania. "Los efectos económicos no pueden ser positivos", reconoce Miguel Bernal, por lo que "tendremos que tomar decisiones de búsqueda de alternativas para sacar esas producciones a otros mercados, pero todavía no ha llegado ese momento y estamos a la espera de ver cómo evoluciona la situación".. Unas 70 empresas de la región exportan a ambos países por un valor de unos 26 millones de euros anuales.
Desde la Junta se alinean con las posiciones que acuerden el Gobierno de España y la Unión Europea frente al conflicto.