En unos días, y después de un año, dejaremos atrás el uso obligatorio de la mascarilla en espacios al aire libre, concretamente el próximo sábado 16 de junio.
El simple gesto de poder pasear por la calle, la playa o la montaña sin mascarilla es una gran noticia para muchos, para otros en cambio puede provocarles el 'síndrome de la cara vacía'.
Ansiedad, angustia o estrés
Es una nueva patología de la que los psicólogos avisan: "hay una parte importante de la población que podrá sentir ansiedad, angustia, o miedo a socializar al no llevar la mascarilla". "El ver que otras personas tampoco la llevan le puede generar estrés", ha contado a EXN Sonia Ruiz, Psicóloga. Asegura que "se creen menos protegidos frente al coronavirus al llevar la cara descubierta, al llevar al rostro desnudo".
Según los psicólogos, hay varios factores detrás de este síndrome, uno de los más importantes la personalidad o que "uno mismo o alguien de su entorno cercano haya padecido la enfermedad". Dependerá mucho, dice Ruiz, "de la gestión previa que se haya hecho desde el inicio de la pandemia.
Entre los extremeños diversidad de opiniones sobre recuperar el contacto con la gente sin ese tapabocas. Hay quienes estaban deseando, otros no están tan convencidos y piensan que la medida llega demasiado pronto. Algunos incluso nos dicen que si se cruzan o se paran a hablar con alguien se pondrán el tapabocas.
Este cambio en la normativa no es de obligado cumplimiento, quien lo desee puede seguir utilizando mascarilla también en exteriores.