La riqueza del entorno natural enmarcado en el Lago de Alqueva y rodeada de los encinares de la dehesa extremeña son, sin duda, atractivos de esta playa de agua dulce que permiten mantener por segundo año consecutivo la máxima distinción en el corazón de la provincia de Badajoz.
La playa de Cheles, en una ubicación privilegiada, genera riqueza económica en la zona. Izada la bandera azul que reconoce la calidad de estas aguas de interior, son muchos los visitantes que disfrutan de la temporada de baño.
Control de aforo por el Covid-19
La pandemia del coronavirus obliga este año a instaurar medidas de seguridad extra para evitar contagios entre los bañistas. Es necesario evitar las aglomeraciones en la zona y para eso se ha puesto en marcha un sistema de control. La de Cheles es junto a la playa de Orellana, una de las dos inteligentes impulsadas por la Diputación de Badajoz.
Mediante un sistema de cámaras instalado en boyas dentro del agua, es posible en tiempo real contar el número de bañistas y vigilar la calidad de las aguas. Además se han creado 170 parcelas, de 10 metros de diámetro, para garantizar la distancia social de los usuarios. El aforo máximo es de 600 personas.
Hasta septiembre será posible disfrutar del baño en estas aguas que unen Extremadura y Portugal.
