Mérida
11 Febrero 2022, 15:21
Actualizado 11 Febrero 2022, 16:00

Todo ocurrió en la Pizzería Carlos de Mérida, la noche del lunes. Era la hora de la cena cuando un comensal de la terraza se desvaneció.

Sin dudarlo, Isidro Ortiz salió a toda prisa del interior del restaurante y puso en práctica lo aprendido hace años en un curso en reanimación que realizó en el ayuntamiento de la capital, donde trabaja como funcionario en el área de Servicios Sociales.

Lo primero que hizo una vez que comprobó que no era un atragantamiento fue ponerle bocarriba y realizarle golpes secos en el pecho. Según nos ha contado a Extremadura Noticias, “gracias al masaje cardíaco que hicimos en el bar, pudimos salvarle la vida”.

“Gracias al masaje cardíaco que hicimos en el bar, pudimos salvarle la vida”  

Aún no se explica cómo logró mantener la calma, coordinar al resto de personas para hacer relevos en los masajes cardíacos durante los 10 minutos que tardó en llegar la ambulancia y a la vez calmar a los acompañantes del herido.Todo el mundo estaba como en shock y a mí me dio una sensación de protección, que tenía que ayudar a todos aunque por dentro el corazón me estallaba”, nos asegura Isidro Ortiz. 

Los trabajadores del restaurante también ayudaron. Cada uno, como pudo. Entre ellas, la encargada de Pizzería Carlos, Cintia Dolce: “Reaccioné y me dije, tengo que ayudar; y cuando pareció que empezaba a respirar, ahí me empezaron a temblar las piernas”.

“Reaccioné y me dije, tengo que ayudar y cuando pareció que empezaba a respirar ahí me empezaron a temblar las piernas” 

Y consiguieron entre todos que el hombre de 49 años respirara. Ahora se recupera en el Hospital de Mérida.