El arca ferrata de origen romano, hallada en la Casa del Mitreo de Mérida hace años, va ya camino de Madrid. A las siete de la mañana ha salido el camión con la pieza arqueológica con destino al Instituto de Patrimonio Cultural, donde va a ser analizada y restaurada.
Se trata de una de las pocas arcas que se conservan en todo el mundo. Tienen tres metros de longitud y medio metro de ancho. Un enorme mueble de madera, hierro y bronce que servía para almacenar, en la época romana, vestimentas y caudales. Sólo en Zaragoza se había encontrado un mueble similar al hallado en Mérida.
El trabajo previo ha consistido en hacer un inventario, con mucho mimo, de las piezas de hierro y bronce, que habrían decorado el arca ferrata. Entre ellos cientos de tachuelas que también se van a restaurar.
Por delante queda una laboriosa tarea para saber, exactamente, cómo habría sido esa lujosa caja fuerte, de la que se conserva hasta su llave.