Sólo han hecho falta dos borrascas para que no se nos olvide su nombre. La primera, Aline el día 19 con una buena regada. Se acumularon más de 130L/m2 en algunos observatorios de la región y se dieron los récords de precipitación en las dos capitales extremeñas. Tanta agua cayó que en Badajoz hubo inundaciones, desperfectos y más de un susto.
Fuera de Extremadura, llama la atención el caso de Madrid con sus 108,7L/m2, la cantidad de lluvia más elevada desde 1860, fecha en la que se inician los registros. ¡Ahí es nada! Se sospecha que Aline arrastraba en sus sistemas frontales una línea de turbonada, que explicaría las fuertes rachas de viento que dejó y que tumbó decenas de árboles en Navalmoral de la Mata.
A los cuatro días llegó por el suroeste Bernard, la segunda borrasca de gran impacto de la temporada 2023-24. Sin embargo, los científicos sospecharon que no era tal, sino que se trataba de un ciclón subtropical disfrazado de borrasca común tras el análisis de las pistas que dejaba.
Lo que primero llamó la atención fue una inusitada actividad tormentosa en su núcleo alimentado por aire cálido. Eso ya empezó a dar un poco de tufillo. Tampoco disponía de frentes al uso, sino de bandas de lluvia, a modo de abanico que se podían comprobar por el radar. Las isobaras adoptaron una forma casi, casi circular, como si estuvieran trazadas por un compás. Y la mayor evidencia fue que se deshizo rápidamente en cuanto tocó tierra. Todas, características subtropicales.
Este tipo de estructuras no son habituales en la Península, pero podrán serlo en las próximas décadas. Sobre Bernard hablamos con Juan Jesús González Alemán, meteorólogo de AEMET y experto en ciclones tropicales. Esta entrevista se emitió el pasado martes, 31 de octubre de 2023 en "El sol sale por el oeste".
