El pasado otoño se publicó en la revista "Journal of Animal Ecology" un trabajo en el que se expone que las hormigas, como animales de sangre frío que son, están muy condicionadas a las condiciones ambientales que las rodea. En contra de lo que habría de esperar, estos insectos prefieren pasar un poco de frío, a estar en un confort térmico o ligeramente cálido que colapse su metabolismo.
También se ha comprobado que en su labor de buscar comida, predomina esta acción (en beneficio de su comunidad) a pasar calor y, por ende, poder morir. Anteponen el bien de la colonia, frente al suyo particular.
Hablamos con Sara Prado que es doctora en Zoología Tropical en la Universidad de Carolina del Norte, autora del texto.