Taiwán se enfrenta a su peor sequía en décadas, con los pantanos de la isla en niveles de agua extremadamente bajos. Los últimos datos son, cuanto menos, preocupantes: 17 de los 19 principales embalses no llegan al 50 por ciento de su capacidad.
Alarmante es la situación del pantano de Techi, que suministra agua a la ciudad de Taichung, de 2,8 millones de habitantes y motor industrial del país. Está al 4,4 % de su máximo. Se teme que el agua no dure más allá de 2 o 3 semanas si la escasez de precipitaciones perdura.
Se trata de la peor sequía en los últimos 56 años
Llama la atención el lago Sun Moon, el más grande del país con casi 8km2 de extensión y 27m de profundidad, lo que lo convierte en un símbolo nacional. Tiene tan poca agua, que parece un paisaje lunar más que un entorno de ensueño. Un escenario tan crítico que se han tenido que realizar oraciones y rogativas religiosas para pedir que llueva. Sin olvidarnos del embalse de Baihe, que está completamente seco, según informa la Agencia de Recursos Hídricos.
Con este déficit hídrico, la economía se resiente gravemente. El agua es necesaria para la producción de microchips y de semiconductores, imprescindibles ya en nuestra vida diaria en automóviles, iPhones u ordenadores. Las fundiciones de alta tecnología de Taiwán se encuentran entre las más grandes y avanzadas del mundo y una parte de los fabricantes de automóviles europeos y estadounidenses depende de ellas. Las medidas de ahorro de agua más restrictivas limitan el consumo a un 15% en el centro y el sur de la isla, esto ha provocado que varias empresas usen camiones cisterna para algunas de sus instalaciones.
Desde hace dos semanas, algunas zonas del centro de Taiwán se han visto obligadas a reducir el suministro de agua. Tan sólo dos días a la semana es posible verla correr de los grifos. Circunstancia que afecta a más de un millón de hogares.
El año pasado no llegó ningún tifón a Taiwán, de ahí la actual sequía
Las lluvias acumuladas se sitúan en la tercera parte del promedio climatológico. La ausencia de la llegada de tifones a la zona ha ocasionado este déficit pluviométrico así que, curiosamente, piden al cielo la venida de alguno de ellos cuyas lluvias, en vez de generar un desastre, generará prosperidad.