Calixto es un placentino de 66 años al que la vida le ha dado una segunda oportunidad. Hace tan sólo dos años estaba enganchado a una máquina de diálisis por una insuficiencia renal crónica. Necesitaba un trasplante, pero su obesidad no permitía realizarlo.
Pesaba 96 kilos y tenía que perder, al menos, 15 para poder entrar en la lista de espera de trasplantes. Lo intentó de forma natural, pero no lo consiguió y el tiempo corría en su contra. Había que encontrar una solución cuanto antes.
Intervención pionera
Con ella, dieron los médicos especialistas de Digestivo. Decidieron arriesgar y colocaron a Calixto un balón gástrico que le hizo perder el peso necesario; 27 kilos, los suficientes como para poder ser trasplantado.
La intervención, pionera a nivel nacional, ha hecho poder que todo haya salido con éxito. Y que este placentino disfrute ya de sus hijos y sus nietos dentro de su nueva vida.