Portugal ha endurecido las restricciones para las fiestas navideñas ante el avance de ómicron, que ya representa casi el 50 % de los contagios de covid en el país. Será necesario presentar un test negativo para entrar en restaurantes los días señalados y el cierre del ocio nocturno se adelanta a este sábado.
"Esta todavía no es una Navidad normal", ha avisado el primer ministro, António Costa, al presentar en rueda de prensa las medidas que marcarán las segundas fiestas navideñas en pandemia. La incidencia no ha dejado de crecer desde octubre y actualmente se encuentra en 558,5 casos por 100.000 habitantes en 14 días, con una presencia cada vez mayor de ómicron, que al cierre del año ya representará en torno al 90 % de los contagios, según las autoridades sanitarias.
Esta nueva variante "es muchísimo más transmisible que delta" y suscita todavía "muchas dudas", alertó Costa, por lo que el Gobierno luso ha decidido endurecer las restricciones. "Debemos prevenir para no tener después que poner remedio", dijo el primer ministro de Portugal, donde el año pasado las navidades llevaron a una explosión de infecciones y a la ola más mortífera de la pandemia, con un confinamiento general de varios meses.
Discotecas cerradas, teletrabajo y más test
Portugal tenía previsto cerrar el ocio nocturno e imponer el teletrabajo obligatorio en la llamada "semana de contención", del 2 al 9 de enero, pero el Ejecutivo ha decidido adelantar estas medidas, que entrarán en vigor en la madrugada del día 25 de diciembre. También se ampliará la obligación de presentar test con resultado negativo incluso para vacunados, que hasta ahora se aplicaba al ocio nocturno, los grandes eventos y las visitas a hospitales y residencias.
Esta prueba será necesaria para acceder a restaurantes y casinos los días en los que se suelen producir más reuniones navideñas -24, 25, 30 y 31 de diciembre y 1 de enero- y también será obligatoria en cualquier espacio para las fiestas de Nochevieja. Durante esos días señalados no se permitirá en la vía pública el consumo de alcohol o las reuniones de más de diez personas.
Además, a partir del día 25 será necesario un test para entrar en hoteles y alojamientos turísticos, bodas y bautizos, eventos empresariales, espectáculos culturales y recintos deportivos, independientemente del aforo.
El Gobierno portugués ofrecía cuatro test gratuitos al mes a cada ciudadano, pero con las nuevas restricciones se ampliará a seis, y Costa apeló a los portugueses a utilizarlos antes de las reuniones familiares, aunque sean en domicilios. "Insisto: tenemos de hacernos test antes de la Nochebuena. Por lo menos un autotest o de antígenos", dijo.
Las medidas anunciadas estarán en vigor hasta el 9 de enero y el Gobierno portugués las revisará el día 5 de ese mes para valorar si es necesario prorrogarlas o incluso endurecerlas. La semana pasada, el primer ministro ya adelantó que probablemente sería preciso mantener restricciones más allá del día 9.
Desde el 1 de diciembre, cuando Portugal entró en estado de calamidad -un escalón por debajo de la alerta máxima- hay también un control fronterizo más apretado. Es obligatorio presentar test negativo, incluso con certificado de vacunación, para entrar por vía aérea o marítima y también en la frontera terrestre si se llega de un país de alto riesgo.