El primer ministro portugués Antonio Costa habla a los periodistas sobre las medidas a adoptar en la renovación del estado de emergencia que estará vigente hasta el 1 de marzo durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Reunión de ministros celebrada en el Palacio de Ajuda en Lisboa
El Parlamento de Portugal ha aprobado una nueva prórroga del estado de emergencia entre el 15 de febrero y el 1 de marzo, una medida que alargará el confinamiento vigente para seguir estabilizando la curva de contagios y muertes. El país, de 10 millones de habitantes, comienza a ver los frutos del confinamiento que empezó el 15 de enero, un mes negro para los lusos, en el que se llegaron a registrar más de 16.000 infecciones y 300 muertes en un solo día. Pero la curva empieza a ceder y estabilizarse. Este jueves las autoridades notificaron 167 decesos y 3.480 nuevos casos, en línea con los datos de los últimos días, en los que ha bajado de forma significativa el número de hospitalizados.
Esa tendencia se mantuvo el jueves: 259 pacientes covid tuvieron el alta, con lo que el número de personas ingresadas asciende actualmente a 5.570. De ellas, 836 están en cuidados intensivos, 17 menos que el día anterior. Los especialistas que asesoran al Gobierno recomiendan bajar más estas cifras antes de aplicar alivios a las restricciones, y de ahí la nueva prórroga del estado de emergencia, propuesta por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
Esta medida permitirá que se mantenga el actual confinamiento, aunque se permite introducir algunos cambios, como permitir la venta de libros en grandes superficies que se mantienen abiertas, en supermercados (algo que se vetó inicialmente para no perjudicar a las librerías, cerradas) o poner límites de ruido en horarios de teletrabajo. En total, Portugal, con diez millones de habitantes, suma 14.885 muertes y 778.369 contagios desde que empezó la pandemia.
Costa augura que Portugal se mantenga confinado durante marzo
El primer ministro de Portugal, el socialista António Costa, ha afirmado que la situación de la pandemia en el país sigue siendo "extremadamente grave" y que probablemente sea necesario extender el actual confinamiento "durante marzo". "Tenemos que mantener el actual nivel de confinamiento seguramente durante los próximos 15 días y siendo realistas tendremos que mantenerlo aún durante marzo", dijo en una rueda de prensa al término de un Consejo de Ministros en el que se ha decidido extender el cierre del país por la pandemia de coronavirus hasta el 1 de marzo en Portugal.
No precisó, sin embargo, si se extendería durante parte de ese mes o en su totalidad, al remarcar que es "prematuro" apuntar a una fecha y que, una vez se desconfine, será de forma "gradual". Con todo, insistió: "El desconfinamiento no está en el horizonte".
La situación ahora, con casos diarios que esta semana han rondado los 3.500 y 160 muertes, es algo mejor, dijo, por las medidas más restrictivas aplicadas en los últimos 15 días, en la que regresaron los controles fronterizos con España y las escuelas permanecieron cerradas en Portugal, sin que tampoco haya fecha prevista de apertura.
Pero aunque el confinamiento, que empezó el 15 de enero, "está produciendo resultados", aún hay un "elevadísimo" número de hospitalizados por covid-19, que superan los 5.500, de los cuales más de 800 están en cuidados intensivos, y también un nivel "absolutamente inaceptable" de muertes, indicó Costa. A ello se suman, explicó, "dos nuevos riesgos".
En primer lugar, hay menos personas vacunadas de covid-19 de las esperadas, debido a atrasos de las farmacéuticas, lo que implica que, de las 4,4 millones de dosis que Portugal esperaba recibir este trimestre, finalmente tenga 1,9 millones. El segundo elemento es la presencia de varias cepas de covid en el país, donde está presente la variante sudafricana, británica (detectada ya el 43% de los nuevos casos) y hay dos casos sospechosos de la brasileña.
Posteriormente, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, se dirigió al país para pedir a los lusos que mantengan todos los cuidados y puso objetivos hasta la Pascua, al final de marzo. "Tenemos que salir de la primavera sin otro verano y otoño amenazados y asegurar que la Pascua no será el regreso a lo que vivimos esta semana y, hasta entonces, tenemos que reducir el número de infectados a menos de 2.000 y bajar la propagación del virus al nivel de números europeos", sostuvo.