“Las mascarillas no son necesarias en el exterior si se puede guardar la distancia de seguridad. La ley que ha salido la semana pasada está desfasada”. Así de tajante se muestra José Luis Jiménez, investigador de aerosoles y catedrático en química y ciencias medioambientales en la Universidad de Colorado, en Estados Unidos.
El científico asegura que es “lamentable pedir mascarillas en el exterior cuando solo se deberían exigir en una terraza o en calles con mucha gente” y añade que también le parece lamentable que la ley no exija el uso correcto de las mascarillas en todo momento en lugares cerrados, aunque se pueda mantener la distancia de seguridad.
“Hay miles de casos de personas que se han contagiado así, en lugares cerrados, manteniendo la distancia de seguridad, pero compartiendo el aire que se respira”
Por eso, insiste, estar en el campo, en la playa o en una garganta natural al aire libre y con distancia de seguridad no debería implicar un uso obligatorio de la mascarilla.
Qué debería hacer el gobierno
José Luis Jiménez asegura que el gobierno debería endurecer el control del uso correcto de la mascarilla, fomentando que se eliminen las más viejas y vigilando un uso correcto y ajustado de la misma.
Asegura el investigador que esto es vital porque, al contrario de lo que señaló la Organización Mundial de la Salud, OMS, el año pasado, el virus se transmite por el aire. “Es como un humo invisible que nos contagia, por lo que los sitios cerrados son más peligrosos, mientras que al aire libre hay menor riesgo”.
