El Ayuntamiento de Almendralejo ha aprobado la modificación de la ordenanza municipal que regula la tasa por utilización del suelo público del municipio para bajar el impuesto que deben abonar los puestos de venta de melones y sandías durante el verano.
La intención, aseguran fuentes municipales, es promover la conservación de la tradición de venta de melones y sandías de cosecha propia en las calles de Almendralejo y también de las variedades autóctonas. Esta reforma, aprobada en el pleno del mes de mayo, llega después de que el año pasado los meloneros protestaran por el dinero que debían pagar por la utilización de una parte de las calles para sus puestos.
El alcalde, José María Ramírez, ha explicado en la sesión que de forma tradicional no se les cobraba ese impuesto a los meloneros. Sin embargo, un funcionario municipal ha alertado de esa irregularidad, por lo que desde el año pasado se comenzó a cobrar. Ante las quejas por tener que pagar más de 300 euros anuales de este impuesto municipal por el funcionamiento de un puesto de 100 metros cuadrados durante tres meses, se ha aprobado su rebaja a unos 57 euros, cantidad que descendería en el caso de ocupar menos espacio o durante menos tiempo.