Erosionado por el paso del tiempo y con un brazo desprendido. Así apareció la escultura del Cristo Borrero de Alburquerque, una talla de piedra del siglo XVII que durante 14 años ha estado desaparecida. La pieza estuvo hasta 2007 en el Castillo de Luna. "En 2004 la escultura se desprendió, con tan buena suerte que cayó sobre una verja y se salvó. Estuvo en una sala del castillo hasta que en 2007, con las obras de la Hospedería fue trasladado a una oficina municipal del pueblo", nos cuenta Eduardo Maya, técnico de la oficina de turismo de Alburquerque.
La oficina de Rehabilitación del ARI - Área de Rehabilitación Integrada- donde se guardó el Cristo se cerró en 2011 y ahora la vivienda tapiada es refugio de botellones. Nadie se volvió a preocupar de esta talla, hasta que los técnicos de la oficina de turismo de Alburquerque retomaron su búsqueda. " Y cuál fue mi sorpresa cuando vimos que habían reventado también la puerta interior de la oficina. Entramos y ahí estaba el Cristo, ente bolsas, papeles y cajas. Por supuesto no lo dudé un momento y me lo traje a nuestra oficina de turismo en el castillo", afirma Maya, que encontró la talla junto a un compañero de la oficina.
La talla ya ha sido valorada inicialmente por técnicos de restauración y espera su futuro en una sala de la oficina. El sueño de Eduardo es que la imagen pueda ser restaurada y por eso va a iniciar una campaña de crowfunding para conseguir fondos. "A mí me gustaría que una vez restaurada se colocara en el interior de la iglesia del castillo, porque ayudaría a darle valor.
El Cristo Borrero espera volver a ser una de las imágenes mas fotografiadas del Castillo de Luna.