La playa de interior con bandera azul de Orellana la Vieja (Badajoz) ya está lista para acoger a los bañistas un año más, pero esta temporada será especial porque ha sido necesario implantar una serie de restricciones por culpa de la pandemia de COVID-19.
Así, antes de acceder al agua se ha de pasar por dos controles. Uno de ocupación en la zona de aparcamiento y otro en el espacio de playa o recreo. El aforo se ha limitado a 1.000 personas y cada uno de esos usuarios contará con 2 metros cuadrados para su uso y disfrute. Unas parcelas que ya han sido pintadas en el suelo.
Para vigilar que las nuevas limitaciones se cumplen en todo momento, el ayuntamiento ha contratado a 15 personas entre limpiadores, socorristas y controladores. Desde el consistorio también han pedido a todos los usuarios que sean responsables en todo momento.