Encontrar a tiempo a una persona perdida puede depender de un detalle, una decisión o unos minutos. Por eso, esta mañana, agentes españoles y portugueses han convertido La Codosera en un gran escenario de entrenamiento, donde cada paso, y cada decisión, contaban.
El ejercicio simulaba la desaparición de un senderista en esta zona transfronteriza. A las 11 de la mañana, su padre daba la voz de alarma. La dificultad: el hombre podía encontrarse a solo tres kilómetros de la frontera, sin saber si estaba en territorio español o portugués.
Mejor coordinación y respuesta
Ante esta incertidumbre, se activó de inmediato el protocolo internacional de colaboración entre la Guardia Civil y la Guarda Nacional Republicana. Ambos cuerpos realizan con frecuencia este tipo de simulacros para mejorar la coordinación y detectar puntos débiles en la respuesta real.
Para este operativo han movilizado equipos terrestres, unidades caninas y drones, herramientas esenciales en búsquedas donde las primeras horas son decisivas. Trabajar codo con codo permite ampliar el terreno de rastreo sin duplicar esfuerzos y aumentar así las probabilidades de éxito.
El simulacro se ha saldado con final feliz: la persona desaparecida ha sido localizada hace apenas unos minutos.