En Valverde de Leganés, la leyenda ancestral sobre la lucha eterna entre el bien y el mal ha sido una vez más revivida y transformada en un espectáculo único que atrae a miles de personas cada año. Este sábado, valverdeños de todas las edades han participado en "La Fuga de la Diabla", una festividad declarada de Interés Turístico Regional desde 2016.
La tradición cuenta cómo la Diabla, encarnación del mal en forma de mujer, escapa de su cautiverio en la torre de la iglesia, sembrando el terror a su paso junto a su séquito de guerreros y diablos. El pueblo, sumido en la oscuridad, se ilumina entonces únicamente con las luces y bengalas que acompañan a estas fuerzas malignas.
Este año, la batalla ha sido entre dos hermanas
El clímax de la noche llegaba con la Gran Batalla Final en el auditorio del pueblo, donde la Diabla se ha enfrentado a un ángel enviado por San Bartolomé. Esta vez, la Diabla, interpretada por Luisa, se ha enfrentado a su hermana Laura, quien personifica al ángel vencedor. A pesar del poder de la Diabla, las fuerzas del bien han vuelto a prevalecer y, tras la intensa batalla, la Diabla ha sido nuevamente capturada y llevada de regreso a su prisión en la iglesia.
Esta fiesta ha sido cuidadosamente preparada durante un mes y medio con ensayos. Además de recrear una parte de la historia de Valverde de Leganés, La Fuga de la Diabla involucra a peñas juveniles, grupos de amigos y voluntarios de todas las edades. La fiesta cuenta con la participación activa de la comunidad, desde la preparación del vestuario y maquillaje hasta la culminación del evento.