Con lágrimas en los ojos y entre aplausos y Vítores de “Viva la Virgen del Carmen”, así era recibida a su llegada a la playa de Orellana. Engalanada para la ocasión, la Virgen del Carmen, inició su recorrido en la playa de Orellana. Lo hizo siempre acompañada por otras embarcaciones que surcaron las aguas en señal de respeto y devoción.
Una jornada muy emotiva que atrae a devotos de fuera de la comarca y de la región. Una tradición centenaria que los fieles viven con fe y devoción.